Sin embargo, a pesar de ofrecer ayuda y preguntar si se encontraba bien, los uniformados fueron recibidos con insultos.
Ante esta circunstancia, los policías solicitaron al accidentado la documentación del vehículo, pero el mismo no desistió de su actitud y, en cambio, elevó la apuesta empezando a dar manotazos y trompadas a diestra y siniestra, hasta que fue reducido y detenido.
Posteriormente, el conductor, de 25 años, recibió un hospitalario trato en la Alcaidía policial.