Mientras recibe el reconocimiento de sus compañeros; Guillermo, Jesús, Celso, Tesani, Fruncieri y Benítez, entre otros, quienes lo van a extrañar, porque desde 1983 vienen trabajando juntos y en el mismo lugar, algo que parece increíble y llama poderosamente la atención en estos días. “Entré a trabajar acá en los últimos meses de la dictadura, cuando Concordia parecía mucho más chica y las cuadras eran distintas, la Democracia vino en diciembre y después sobrevivimos en el trabajo a todo lo que pasó en el país”, dice emocionado.
“Quiero agradecer a la empresa Perilla, porque estuvimos en forma ininterrumpida y hemos pasado de todo, desde el Plan Austral, los bonos Federales, los Patacones, los LECOPS que venían de Buenos Aires y varias cosas. Ahora, para cerrar la carrera, me voy con los aumentazos de la naftas, justamente, los precios se sienten”, acotó, para luego indicar: “Tengo muchas anécdotas y con 65 años los primeros días voy a extrañar la rutina diaria, las madrugadas, con frío, lluvia o calor, ya tengo dos hijos grandes y la familia siempre me acompañó”, dijo Julio.
No se puede dejar de destacar su amabilidad y el respeto siempre indispensable para atender al público, por tal motivo, desde este diario, también se le desea suerte y un feliz retiro.