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Relato que «había un tremendo pozo y no tenía señalización, las vallas para indicar el peligro de ese pozo estaban en la vereda, yo venia manejando y nos caímos y quedamos enterrados».
Peruchena precisó que su automóvil terminó con rotura del paragolpes delantero.
«Es un auto nuevo, tiene apenas 6.000 km, y no puede ser que la calle esté así, deberían pensar en la gente. Por suerte no salimos lastimados», dijo a EL SOL.
El vecino reclamo que le paguen los daños. “Presenté el caso a un abogado para que haga la demanda al municipio, es culpa de ellos que la calle esté en ese estado y deberán pagarme el arreglo”, sentenció.
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