El primer informe de los profesionales de la salud que intervienen para informar al fiscal Fabio Zabaleta quien deberá tener un panorama médico para decidir la suerte de los padres de la criatura que hoy están “demorados” a la espera de tener alguna certeza que permita establecer o deslindar responsabilidades, establece que fue un parto en el domicilio y no hay signos de violencia o practica abortiva, aunque pudo haber fallecido por sustancias inyectables para aliviar el dolor de la madre pero no se estaría –en principio- ante un aborto.
Una fuente policial, confirmada además en el ámbito judicial interviniente en la causa, dio detalles a El Sol de la investigación. Los primeros estudios realizados a la madre del bebe indican que no hay ningún elemento de signos de trauma, violencia o lesión, los estudios fueron importantes para determinar el origen de la muerte, particularmente en el dosaje en sangre de “sustancias” que pudieron haber intervenido, no fue arrancado, desprendido ni forzado .
Para conocer el tiempo de gestación que tenía se deberán realizar cálculos antropométricos más precisos como mediciones de peso y talla, en función de esos datos se obtiene la información aproximada con dos semanas de error, según las estimaciones se calcula que era un chico de termino de entre 36 y 38 semanas de gestación, lo que estaríamos hablando de siete meses.
El niño nació vivo, respiró y luego murió pero en la data del fallecimiento estiman que fue el mismo día del hallazgo con algunas horas de diferencia, descartando de plano que haya sido un aborto, fue un recién nacido vivo. No hay trauma, no hubo ni existió maniobra abortiva alguna, tampoco fue ahogado ni hay elementos que indiquen asfixia, fue un parto espontáneo.
Sobre las causas de la muerte, los estudios serán determinantes para determinar el dosaje en sangre como decíamos al principio de “sustancias” aparentemente utilizadas que hayan producido un fallo placentario con el desencadenante del fallecimiento, no hay elementos para determinar un sufrimiento fetal que indique un tiempo de asfixia ante –peri y post natal.
Pudieron haber existido inyecciones para aliviar el dolor de la madre y terminaron complicando al bebé, obviamente que no fue un parto institucional, no se realizó en centro, hospital o espacio sanitario, fue en el domicilio.
La madre fue sometida a análisis en el hospital Masvernat para cotejar la información pericial que analiza la policía y fue remitida al fiscal.
De tal información surge que los padres NO MATARON AL BEBE sino que nació antes de tiempo y tal vez, producto de las inyecciones del calmante Diclofenac que no se conoce como abortivo.
LO QUE QUEDA
Claro que el hecho de que el padre de la criatura llevara el cuerpecito en una bolsa de consorcio negra para depositarlo en un contenedor ha dejado en un cono de sombras la actuación de los padres.
Se los podrá acusar de faltas de educación por no ir a un Centro de Salud o el mismo hospital ante la presencia de dolores de parto, lo que tal vez, podría haber salvado la vida del bebe, pero la ignorancia no es punible.
Merece un párrafo el apuro de la gente por insultar a la madre sin tener certezas de nada, pintar las paredes del departamento con las palabras “asesina” cuando la jovencita habría estado en un momento de conmoción y shock por lo ocurrido, adelantándose a la decisión de la justicia.
En el día, seguramente se producirá nueva información que estaremos informando al minuto por aquí.