“Vamos a bajar la inflación a un dígito", “vamos a poner en marcha un millón de créditos hipotecarios a 30 años”, "en mi gobierno los trabajadores no van a pagar impuesto a las ganancias", "pobreza cero", "brotes verdes", y demás, fueron apenas algunas de las promesas incumplidas, en definitiva mentiras, con las que Cambiemos se impuso en las elecciones de 2015.
En este contexto de frases mitómanas, la gobernadora de la Provincia de Buenos Aires, María Vidal, disparó sin sonrojarse: "No queremos volver al tiempo de las promesas".
De forma insólita aseguró que "no queremos volver al tiempo de las promesas y los carteles que nunca se cumplían", al tiempo que dijo que "los bonaerenses nos merecemos vivir mejor", después de casi 4 años de cumplido su mandato en la provincia.
La dirigente nacida en el barrio de Flores, Capital Federal se refirió a sí misma como bonaerense al decir que "los bonaerenses nos habíamos acostumbrado a rutas inseguras, con baches, pozos que se llenaban de agua, a ver accidentes todo el tiempo. En 2015 dijimos basta. Nos merecemos vivir mejor, viajar mejor, tener mejores caminos para nuestra producción".
Dijo además que tanto Macri como ella desean seguir "trabajando juntos" y que -según su visión- "pasamos de la resignación a creer que se puede".