Para ver este fin de semana el Turismo Carretera en Concordia, los espectadores deben abonar la general de forma anticipada a $ 3.000, en las puertas de ingreso al autódromo, durante el fin de semana de carrera, a $ 4.000 o la tribuna de boxes a $ 8.000. Sobre el valor de la entrada se debe abonar el canon del 5 % por la tasa municipal. Sin embargo, la ACTC, a través del Auto Moto Club Concordia, pidió ser eximida de la contribución (exceptuando el fondo de ayuda a las personas discapacitadas), la misma que debe abonar cualquier organizador de un evento en la ciudad. La solicitud, presentada casi sobre el inicio de la sesión de esta mañana, fue avalada por solo dos concejales del oficialismo y los siete votos que formaron mayoría provinieron, en su mayoría, de la oposición.
La concejala Lía Solís (Frente de Todos) argumentó que le llamaba la atención que el pedido viniese del Auto Moto Club ya que la institución no maneja la venta de entradas ni recibe ningún beneficio. “La verdad es que me llama la atención es que el pedido de eximición venga pedido por el Auto Moto Club, por el presidente, quien consultado sobre las entradas, Francois remarcó que ‘el costo corre por cuenta de la ACTC (Asociación Corredores de Turismo Carretera) por lo que el Auto Moto Club no maneja ni pone el precio de las entradas dejando en claro que nosotros con la municipalidad, lo que hacemos es prestar el predio’”, dijo.
Además, Solís remarcó que hay una ordenanza que establece que solo se puede otorgar eximiciones por un solo día y el pedido es por el sábado 25 y el domingo 26 de junio. Y la solicitud se debe presentar 30 días antes de la realización del evento. “Cuestión que tampoco se cumplió”, remarcó. Por eso, adelantó su voto contrario.
En tanto, la concejal Cristina Guitar (Nueva Concordia) destacó que la ACTC es un ente autárquico radicado en CABA (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) que paga Ganancias, tiene empleados, pautas publicitarias, etc. “Si toda la pauta publicitaria, las entradas, las maneja una empresa que encima usa a nuestra institución de acá para pedir esta excepción, estamos en una cuestión que no está del todo clara”, dijo. De la misma forma, la concejala admitió que si bien era positivo el movimiento hotelero que genera la carrera, “también tiene que dejar algo para los vecinos de Concordia”. Además, Guitar remarcó que los concordienses que no vayan al Autódromo ni siquiera pueden ver la transmisión de la carrera por la televisión. En realidad, la final del TC puede verse por la TV Pública.
Por su parte, Gallo remarcó que en vez de presentarse 30 días antes la petición, el cuerpo la debió tratar “a las apuradas”. Y, a su vez, dejó en claro que la ACTC no es una entidad benéfica sino que persigue fines de lucro. Y la ordenanza que permite exenciones de la tasa municipal solo beneficia a organizaciones intermedias sin fines de lucro como clubes de barrio o cooperadoras escolares. Por ello, también votó en contra dejando en claro que no estaba en contra de una carrera que genera turismo y realza el prestigio de la ciudad ya que se transmite a todo el país. “Pero, como representante del pueblo de Concordia, si hay normas, tenemos que hacerlas respetar”, recalcó. “Si no nos convertimos en transgresores y avalamos nosotros mismos la transgresión”, recalcó.
Quien fundamentó a favor de la eximición de la tasa fue el presidente del bloque de Juntos por el Cambio, Felipe Sastre, quien sostuvo que el concepto de redistribución de la riqueza expresada por Guitar era “bastante ideologizado para el mal” y “son ideas que lamentablemente llevan a que Concordia tenga los índice de pobreza que tiene”. Basándose en la teoría del derrame (propone reducir los impuestos a las empresas y a los ricos de la sociedad como medio para estimular la inversión empresarial a corto plazo y beneficiar a la sociedad en general a largo plazo), -receta que fracasó en los 90 pero vuelve a ponerse de moda con los representantes de Juntos por el Cambio y otros actores de la derecha como el economista Javier Milei- Sastre pidió “crear incentivos para que el sector privado dinamice la economía”.
Por ello, Sastre cuestionó la recaudación de la tasa pero apuntando al gasto público, en este caso una crítica que, al menos, tiene más fundamento. “Habría que ver qué porcentaje de la recaudación municipal se destinan realmente a la redistribución que pregonan porque cuando observamos en el presupuesto los fondos se utilizan para otras cosas, es un enorme porcentaje para pagar sueldos públicos”, discutió.
“El sector público no genera riquezas. Si queremos redistribuir, tenemos que apostar a que el sector privado genere riquezas, pagando los impuestos que ya pagan que son muchos, que sean ellos quienes aumenten la recaudación. La municipalidad sí que recauda por ahí. La tasa comercial bien que la cobran y mucho de lo producido por el municipio viene de la tasa comercial. Y hace lo propio la provincia con ingresos Brutos y la AFIP cobrando IVA y Ganancias”, indicó. Por ello, cerró diciendo que a la ciudad “hace 40 años que la gobiernan casi los mismos y la verdad no me enorgullecen los resultados”.
Finalmente votaron a favor dos ediles del oficialismo: Claudia Villalba y Gastón Etchepare, y el bloque de la oposición completo: Magdalena Reta; Luciano Del Ollio, Felipe Sastre, Elizabeth Redolfi y Carola Laner. Sólo se opusieron cuatro ediles del Frente de Todos, Lía Solís, Juan Domingo Gallo, Alicia Maldonado y Cristina Guitar.