Sobre el ilícito, Jimena, empleada a cargo del comercio afectado, dijo ante cronistas de EL SOL que “como acá hay una casa de familia porque ella vive arriba, la señora escuchó como a las tres de la mañana los piedrazos porque se ve que primero tiraron uno y no pudieron romper el vidrio, luego tiraron otro y en el segundo piedrazo se ve que, con las manos, el ladrón empezó a romper el vidrio y a sacar los pedazos, resultó que nos robó toda la mercadería que estaba en la vidriera a la vista”.
“Había una lámpara, unos adornos, unos centros de mesa, unos jarrones de cerámica y otras cosas”, manifestó indignada y, además, resaltó que “cuando la señora se levantó porque escucho el ruido miró para la calle pero había cosas que le tapaban la visión de la vidriera rota y no los daños que habían provocado”.
Del mismo modo recordó que “cuando la propietaria pudo constatar bien lo que había pasado, llamó a la policía que vinieron, sacaron fotos y tomaron rastros de lo ocurrido pero más o menos ya saben quien es porque acá hay cámaras de seguridad y ya lo tendrían identificado”.